
Existen pacientes que se realizan una rinoplastia y no quedan satisfechos con el resultado o que tal vez necesitan una nueva intervención para corregir uno o más defectos. En estos casos deben someterse a una rinoplastia secundaria, un procedimiento muy complejo, incluso en manos del mejor cirujano plástico.
La corrección nasal secundaria o rinoplastia de segunda vez puede ser una cirugía complicada que requiere de la mayor experiencia, ya que las estructuras nasales que pueden o no seguir existiendo se encontrarán en mayor o menor medida alteradas por un procedimiento previo.
Un error quirúrgico, por insignificante que sea, producirá problemas estéticos o funcionales que pueden no ser detectados en el periodo posoperatorio temprano, pero se van a hacer evidentes cuando se reabsorba el edema y el tejido cicatrizal madure.
Los problemas estéticos de una rinoplastia no exitosa se pueden manifestar como nariz torcida, nariz muy respingada, joroba en la nariz y punta de la nariz caída, entre otros. Pero eso no es todo; las secuelas de una rinoplastia poco exitosa pueden afectar todas las áreas de la nariz y se dividen en tres grupos:
- Deterioro funcional: nariz tapada y ronquidos
- Deformidad del esqueleto osteocartilaginoso: dorso de la nariz.
- Daño a la cubierta cutánea: piel.
Cuando un paciente se somete a una rinoplastia secundaria debe comprender que no se trata de una cirugía de «retoque» y que es muy importante una exploración exhaustiva y completa de su nariz. Para ello, el cirujano debe visualizar cuáles son las alteraciones anatómicas responsables de la deformidad o del problema funcional. Esto se lleva a cabo mediante un examen clínico minucioso, analizando la nariz en reposo desde cada ángulo y luego durante una inspiración profunda, así como también observándola mientras el paciente que efectúa movimientos con la cara (hablar, sonreír, etc.).
Luego de la evaluación visual sigue la palpación, en la cual se evalúa la posición, forma y movilidad de todos los componentes de la nariz, y se determina qué es lo que falta del soporte nasal.
Elegir el momento adecuado para una rinoplastia de segunda vez es muy importante. No se debe realizar mientras las cicatrices resultantes de operaciones previas no hayan madurado (por lo menos un año después de la última operación). Se pueden efectuar correcciones menores al menos seis meses después de una rinoplastia, pero si hay problemas mayores lo mejor es dejar transcurrir el tiempo necesario para que los tejidos se ablanden y mejore la irrigación sanguínea.
Si usted considera que reúne los requisitos para ser considerado candidato a una rinoplastia secundaria, puede ponerse en contacto con nosotros a los teléfonos 6371548 y 3002173324, donde podrá agendar una cita de valoración en la cual analizaremos personalmente su caso.
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